Hasta Agra hemos ido en coche y por lo vivenciado por aqui, conducen bastante bien. El viaje Delhi-Agra duro casi cinco horas, esquivando coches, motos, bicicletas, vacas, perros, y hasta elefantes. Da igual ir por un carril que por otro. Lo importante es tocar el pito todo el rato e intentar no chocar. Y parece ser que nuestro conductor lo hizo bien, porque aqui seguimos los cuatromataos vivos. Mas despues de haber sido perseguidos por la mafia de Utar Pradesh durante unos cuantos kilometros. El pobre estaba acongojado y no hacia mas que correr y correr como un poseso.Pero no todo es malo, una vez llegamos hasta Agra vimos lo mas importante alli, el Taj Mahall...
Sencillamente IMPRESIONANTE!!!!! Aqui teneis una fotillo para que abrais boca, que por cierto, bien la llenamos con una comida tipica India en el restaurante Maya. Lo mejor de todo... no era picante.


Ah, se nos olvidaba, lo mejor de la visita del Taj Mah, fueron los numerosos fans, todos chicos indios, que tuvo el Robert, todo un exito su barba y sus melenas.